¡Hemos vuelto!

Crónica: Pontevedra Club de Fútbol B - Unión Deportiva Ourense.

Pontevedra CF - 1

UD Ourense - 3 (Melo, Viti, Champi)


Celebración del ascenso al terminar el partido.

La Unión Deportiva Ourense visitaba el campo municipal de Meis para afrontar el partido más importante de la temporada, en él tenían la primera oportunidad de dejar cerrado, matemáticamente, el ascenso a tercera división. Pero el partido comenzó mucho antes, jugadores y aficionados se citaban a las 8.45h de la mañana para empujar todos juntos hacia la victoria en tierras pontevedresas. Cuatro autobuses salían desde la capital ourensana, con la consecuente responsabilidad que ello suponía para la plantilla.

Esta responsabilidad se hizo notar, desde que la pelota comenzó a rodar, en forma de presión y desajustes defensivos poco habituales en una plantilla tan fiable. En los primeros minutos el balón quemaba en los pies unionistas, los jugadores del Pontevedra se encontraban mucho más cómodos en el terreno de juego y eran capaces de presionar sin problema alguno la salida de balón ourensanista, permitiéndoles robar en zonas comprometidas. Y cuando los rojillos, hoy vestidos de blanco y azul, comenzaron a encontrarle el pulso al encuentro, una doble jugada desde la banda derecha del ataque granate en la que Carlos de Dios no llega a tapar el centro, terminó con un centro al segundo palo que era rematado magistralmente por el delantero local para poner el 1-0 en el marcador.

El tanto no supuso un cambio en la tendencia del juego, ambos equipos siguieron con la misma mentalidad pero la UD Ourense parecía seguir yendo a más. El final de los primeros 45 minutos llegó sin ocasiones manifiestas para ninguno de los dos conjuntos, aquellas más relevantes fueron anuladas por fuera de juego previo o directamente los jugadores unionistas no terminaban rematando y perdían el balón.

Los jugadores unionistas saltarían los primeros al terreno de juego para el comienzo de la segunda mitad, en un posible intento de meter presión al rival y avisándolo de lo que se le venía. Las sensaciones en el terreno de juego ya no eran las mismas, en los balones divididos la superioridad local que reinaba en la primera parte se vio sustituida por un empate técnico que parecía favorecer a las intenciones visitantes de envolver el encuentro en una caldera. A los 5 minutos de la reanudación los jugadores de as burgas disfrutaron de una doble ocasión, primero con una internada al área que encontraba a Champi en el punto de penalti sin confiar en su disparo, malgastando la oportunidad, y acto seguido con un disparo al larguero desde la frontal del área.

Y del mismo modo que sucede en las grandes noches de Champions League, lo que sucedería entre el minuto 60 y el 70 solo puede describirse como mágico. A la hora de encuentro, Raúl Melo, que había sido de los más seguros en los primeros 45 minutos, se encontraba con un balón en la banda derecha, recortaba hacia adentro y soltaba un zurdazo al primer palo que igualaba el partido.


Celebración del 1-1 por la afición unionista.


El gol era la chispa que necesitaba una afición ya encendida para hacer parecer que el terreno de juego se inclinaba hacia la portería local. Y cuando algunos aún nos encontrábamos asimilando la emoción del empate, en otra llegada desde banda derecha, Viti remataba imperial de cabeza dándole la vuelta al marcador y haciendo que la afición se viniese aún más arriba. Por si fuera poco, cinco minutos más tarde, "o demo de Maceda", Carlos de Dios, profundizaba por banda izquierda y servía un balón en bandeja para que Champi pusiese el 1-3 final en el marcador, haciendo que los presentes explotasen de júbilo.

Los 20 minutos finales se resumieron en un barullo de ocasiones inacabadas con una celebración cada vez más potente en jugadores y fanáticos ourensanistas. Y, tras un descuento inacabable de más de 10 minutos, el árbitro pitaba el final del encuentro desatando los festejos en el terreno de juego.


Piña de aficionados y jugadores en el terreno de juego.


Festejos ourensanistas en su llegada a la ciudad de Ourense:

Celebración en la fuente de Concepción Arenal.



El fútbol popular y, sobre todo, la ciudad de Ourense recuperan un referente en tercera división que jamás debieron perder. 

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