Sábado de calor y de fútbol en la ciudad de Ourense que permite que el fútbol popular vea más cerca tener otro representante en tercera división. O Couto se llenó de aficionados rojillos pero también de muchos aficionados desplazados desde el ayuntamiento de Sanxenxo que se hicieron notar desde los primeros minutos. Los más optimistas pronto se pudieron dar cuenta de que el partido iba a ser bastante complicado y que habría que luchar para romper la defensa planteada por el conjunto portonovés.

La primera parte se caracterizó por la escasez de oportunidades de peligro que pudieron generar ambos conjuntos, la iniciativa la llevaba la UD Ourense pero los blanquiazules supieron trabar el encuentro impidiendo que el equipo unionista gozara de combinaciones cómodas o de situaciones en las que los delanteros estuviesen en superioridad. Las mejores ocasiones para los rojillos llegaron en los primeros 15 minutos, con un disparo de falta efectuado por Champi desde el pico del área, que no cogió portería por escasos centímetros al marcharse el esférico rozando el segundo palo. Y minutos después, desde la misma zona, Melo encaraba a su par y se hacía hueco para realizar el mismo disparo que su compañero, levantando de nuevo los "UY" de la grada.

A partir de ahí el planteamiento de los visitantes empezó a hacer efecto. Las combinaciones de ambos conjuntos terminaban en balones imprecisos de los defensas buscando un desmarque de los delanteros que o no terminaba de suceder, o el pase no era lo suficientemente correcto como para que los atacantes afrontasen el duelo con ventaja. Estas situaciones fueron aprovechadas por los jugadores blanquiazules para buscar las espaldas del conjunto local y, cuando el primer tiempo estaba a punto de terminar, gozaron de su mejor oportunidad en un balón en largo hacia el extremo izquierdo que levantó la cabeza y, tras generarse un espacio con el control, disparó muy cerca del palo izquierdo de la portería defendida por Ramón.

Ambientazo en el viejo estadio de Ourense.

La segunda mitad supuso un cambio en la mentalidad de los líderes, conscientes de la necesidad de llevarse los 3 puntos y viendo que no era suficiente con lo demostrado hasta entonces, decidieron volcarse en la faceta ofensiva.Este simple detalle fue suficiente para que las ocasiones y el dominio local se pareciesen más al de otras jornadas. 

En el minuto 48 Varo, que estaba en todas las posiciones posibles de la banda derecha, tuvo una ocasión muy clara disparando con su pierna mala desde la frontal y, a los cinco minutos, Hugo remataría a ras de suelo un balón centrado desde banda izquierda. 

A continuación el conjunto ourensano disfrutaría de la oportunidad más clara con una doble ocasión: en primer lugar, una combinación entre Varo y Champi que terminó con un disparo del centrocampista de o Morrazo estrellado contra el larguero. Acto seguido, tras recuperar el rechace anterior, Gabi sobrepasaría a la defensa con un balón picado, digno de primera división, que Melo a punto estuvo de convertir, enmendando la falta de fortuna de su compañero en los instantes previos.

La sensación era la de que se estaba complicando demasiado empujar el balón al fondo de las redes y que podíamos llevarnos un susto por parte de un rival que no había apenas aparecido. 

Además, las decisiones del arbitraje comenzaron a cabrear a una grada que se sintió perjudicada en varias ocasiones: cumplida la hora de encuentro, un balón en largo hacia Hugo terminaría con un agarrón del último defensor que, aplicando las leyes de la "famosa" zona DOGSO, debería haber supuesto su expulsión, levantando las críticas de todos por primera vez. Esto se potenció cuando el propio Hugo veía como se le anulaba un gol, después de rematar en plancha un centro de Alex desde banda izquierda, por entender el linier que estaba en fuera de juego. Algo que desde las gradas pareció tremendamente cuestionable. Y como si de una broma se tratase, en cuestión de segundos un nuevo ataque unionista terminaría con una mano manifiesta dentro del área visitante, que el árbitro no consideró como tal, y que casi supone el gol blanquiazul en la jugada siguiente, al pillar desconcentrada a la defensa local.

La rabia generada por el arbitraje tuvo su estallido en el minuto 68 cuando, en una combinación al primer toque entre Hugo y Varo, el lateral convertía el 1-0 y calmaba, parcialmente, las ansias de los aficionados. Diez minutos más tarde, después de mantenerse el dominio y los ataques ourensanistas, una caída local en el área supondría el penalti que permitiría a Hugo poner el 2-0 en el marcador y dar un respiro a todos los presentes.

En los últimos minutos los gritos de la grada fueron levantados por Champi, que la alentaba al dejar el terreno de juego para que entrara Martín Torres, consciente de la importancia de lo que se estaba logrando. Y con una gran ocasión de Litos en el área pequeña rival, que se desbarató al encontrase con una reacción del cancerbero más habitual del fútbol sala que de los partidos jugados sobre hierba.

El colegiado señaló el final del encuentro dando comienzo a los festejos de los aficionados al verse mucho más cerca de la ansiada tercera división. La cuenta es clara, el camino más corto pasa por sacar los 3 puntos en el complicado partido en casa del Pontevedra B, la otra opción es sumar un punto y redondear en el último encuentro en o Couto. El club, consciente de la importancia ha pedido que se desplace el mayor número de aficionados posibles.