Atlético Club de Socios, 15 años de romanticismo en el fútbol popular español

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El equipo dio el pistoletazo de salida a muchos otros que fueron surgiendo a nivel nacional

Socios del club rojiblanco posan en el decimoquinto aniversario del club.



Junto al 44 de la madrileña Calle de Valverde, luce un cartel del ayuntamiento que recuerda a todos los viandantes que allí vivieron las actrices Guadalupe, Matilde y Mercedes Muñoz Sampedro junto a sus esposos, Manuel Soto y Rafael Bardem. Justo a la izquierda de dicho portal, a escasos centímetros, destaca un rótulo con la palabra 'BAR', un lugar aparentemente sin mucho misterio pero que esconde tras de sí una historia digna de ser contada en los mejores cines. 

    Vista del antiguo pub 'The Quiet Man' en la Calle de Valverde.

Placa conmemorativa del Ayuntamiento de Madrid junto al antiguo 'The Quiet Man'.

Si cruzamos la estrecha calle del barrio de Malasaña y observamos la fachada completa del local podemos ver otros dos rótulos más, con los lemas 'Lounge' y 'Corazón'. Han pasado quince años ya, pero el local, al menos en su estructura exterior, sigue estando casi como aquel día. Tan solo el rotulo central, el que da nombre al establecimiento, 'Corazón', lo distingue de lo que en su día fue el decano de las tabernas de ambiente irlandés en la capital. El antiguo Irish Pub 'The Quiet Man' dejó de existir hace ya una década, en 2012, pero su esencia sigue presente en cada una de sus esquinas. Las paredes, los sillones y las vidrieras de decoración victoriana siguen dando el toque 'vintage' al lugar.

Fachada del pub irlandés 'The Quiet Man' en 2007 y el actual 'Corazón' en 2022.

Fue allí, en aquel carismático pub, donde una banda de locos enamorados del Atleti decidieron que era hora de cambiar. Eran una especie de grupo de resistencia, unos guerrilleros desidentes de la directiva colchonera -aquella que había secuestrado al Club Atlético de Madrid con la familia Gil a la cabeza-. Se habían agrupado para hacer más ruido, después de años de protestas al fin daban un paso al frente, ahora eran más fuertes que nunca y desafiaban a todo un gigante. 

Su club, el Atlético de Madrid, se había convertido un tiempo atrás en Sociedad Anónima Deportiva. La nueva empresa seguía maltratando a los que ahora eran sus clientes, los socios y abonados rojiblancos por lo que un grupo de aficionados decidieron alzar la voz. La asociación Señales de Humo había nacido en el año 2002 con la intención de defender los intereses de los aficionados atléticos en un mundo del fútbol que consideraban excesivamente mercantilizado. Una cosa llevó a la otra, y el 5 de octubre del año 2007, en una tarde de viernes de otoño, un grupo de seis socios del Atlético de Madrid, Rafael Calvo, Cristian Sancho, Gonzalo Samper, Israel Pérez, Daniel Partida y Francisco Corrales, se reunieron en 'The Quiet Man', el decano de los pubs de Madrid, para forjar el que a la postre sería el decano del fútbol popular español, el Atlético Club de Socios.  

Se puede decir que el primer club de fútbol hecho por y para los socios en España, nace entre cervezas, quizás es por ello que el Atlético Club de Socios tiene la suya propia, de nombre 'La Socia' y cuentan con hasta seis variedades: La Pachanga (American Pale Ale), La Canalla (IPA), La Previa (Rubia), El Pelotazo (Sin gluten), La Bengala (Negra) y El Cañonazo (Tostada). En este punto caben dos teorías, bien podría ser un homenaje a aquella taberna irlandesa o quizás, forma parte del homenaje pre y post partido que se dan sus aficionados en cada encuentro que disputa el equipo en su casa, El Bercial.  Porque sí, el néctar amarillo forma parte del fútbol desde que tenemos conciencia de ello, y no iba a ser menos en las previas del club de fútbol popular. Entre cervezas y una buena paella los aficionados siguen juntándose en su sede, en la calle Dulce Chacón número 5 de Getafe, antes de los partidos que disputan como locales. 

Todos los tipos de cerveza 'La Socia' sobre la barra de la sede social del club.

La cerveza es la excusa perfecta para juntarse y charlar, comentar las jugadas, preguntarse por la vida: "¿como van los niños?", "¿Qué tal el curro?", "Vaya golazo el domingo eh". Es miércoles, 5 de octubre, y vuelven a juntarse, los que fueron y los que son el Atlético Club de Socios. El lugar es otro, la sede social del club, pero el ambiente es el mismo de toda la vida. Se abre la puerta y nos recibe Francisco Corrales, Paco, que conversa con Víctor antes de que este último nos sirva unas birras. Paco es un hombre prominente, campechano y muy social, y sí, es el presidente del club. Por un momento, en tu traviesa mente has imaginado a Cerezo o Gil Marín sirviendo tercios detrás de una barra, o tomándolos con el resto de socios delante de ella...y confiesa que has soltado una carcajada para dentro, reconócelo. Paco es un tipo especial, un personaje de los que ya no quedan, un hombre valiente que emplea (que no gasta) su tiempo en uno de sus mayores hobbies, su Atleti de Socios.  

Paco relata cómo fue aquella reunión donde se sembró el germen de lo que es hoy el Socios. Lo que pocos saben, es que el nombre del club cambió, no una, sino dos veces: "Lo llamamos Athletic de Madrid, que era el primer nombre que tuvo el Atlético, pero sabíamos que íbamos a tener problemas con el nombre". El Atlético de Madrid les denunció alegando que estaban intentando suplantar su entidad aunque ese juicio lo acabaron ganando los socios del club popular. Sin embargo, ese no fue el principal motivo para cambiar de denominación unos meses más tarde. 


Escudo del Atlético Club de Socios inspirado en el primer escudo del Atlético de Madrid

Aquél 5 de octubre de 2007 se sellaron los estatutos, los cuales aún recuerdan Paco, Víctor y Valdi que cuentan algunas anécdotas sobre temas burocráticos en los inicios. Unos meses antes del día señalado, aquel grupo de detractores de la hegemonía de los Gil y Gil se habían reunido en un local de la céntrica Calle de Toledo. Fue precisamente en esa calle del barrio de Arganzuela, muy cercana al Estadio Vicente Calderón, donde a finales de enero del 2008 volvieron a juntarse presencialmente 23 socios en la que fue la primera asamblea de la historia del club. Aquella junta dio a luz a un nuevo nombre para el equipo, Atlético 2007. Aquel nombre surgió de una forma rocambolesca, casi cómica, pues fue una especie de cortafuegos con la intención urgente de formalizar la inscripción del club en la Real Federación de Fútbol de Madrid después de la 'huida' del primer presidente. "En febrero se vota un presidente, un chico inglés, que ve la situación y dice que ese proyecto no iba a salir bien. Prácticamente lo quería dejar morir, y algunos dijimos que eso no era lo correcto y seguimos adelante. El se llevó la documentación por lo que tuvimos que convocar una nueva asamblea urgente parar reunir los papeles para presentar, justo antes de acabar el plazo de inscripción, una nueva documentación", explica Paco. 

Habían transcurrido unos meses, el calor y la gran crisis económica que azotaba a España habían ido en incremento pero eso no impidió que un grupo de socios del nuevo club volvieran a reunirse un 12 de junio de ese mismo año para tomar dos decisiones que marcarían su historia. El nombre de Atlético 2007, que era tan solo un parche, se cambió y el club pasó a denominarse Atlético Club de Socios. Además, se adoptó un escudo que tomaba las rayas rojas y blancas imprescindibles en la filosofía del club. 

Paco mira la primera camiseta de la historia de su club y suelta una carcajada: - "Nacho, mira las primeras camisetas, te acuerdas de lo del escudo...jajaja". Nacho, el actual presidente del club y director deportivo, que acaba de entrar en la sede del club, se ríe y recuerda la anécdota. El Socios decidió jugar con una primera equipación rojiblanca y una segunda, mitad azul y mitad blanca, en honor a la primera camiseta de la historia del Atlético de Madrid. Hasta ahí todo bien. El problema vino cuando, por falta de dinero y tiempo, el club encargó con celeridad 80 camisetas, 40 de la primera equipación y 40 de la segunda, a una empresa pakistaní que las Fabricaba a un precio muy económico. Al abrir las cajas donde venían empaquetadas las camisetas se llevaron una sorpresa, el escudo estaba en el lado contrario al habitual, el derecho, y algunos pantalones lucían incluso el escudo de un colegio y otro club de fútbol en lugar del suyo propio.

Primeras camisetas de la historia del Atlético Club de Socios.

Aún con todo el club echó a rodar y disputó el primer partido de su historia en el Antiguo Canódromo de Madrid en la Calle Vía Carpetana. Joaquín explica que los estatutos que firmaron en un primer lugar eran los más básicos, aquellos que prevalecen en casi cualquier club deportivo, aunque quisieron darle un toque más democrático. "La ley de estatutos no permitía la delegación del voto, sin embargo si permitía que un niño, menor de edad pudiese votar a través de su padre, pues eso se consideraba representación y no delegación" explica. Ni Joaquín, ni Paco, ni Nacho, ni su hermano Fernando que acababa de llegar, ni ninguno de los allí presentes entendía esa norma, pues ellos tenían la intención de realizar asambleas telemáticas y dar la posibilidad a los socios de ejercer su derecho a el voto a través del correo, cosa que no pudieron llevar a cabo. "En otras federaciones como Castilla y León o Valencia se puede delegar el voto pero aquí no" recalca Joaquín.  

En lo deportivo, la historia del Socios ha tenido altos y bajos. El club vivió una época gloriosa que tuvo la guinda del pastel en 2018 con el ascenso a Preferente, por aquel entonces, la quinta categoría del fútbol español. Aquel año las cosas no marcharon bien y fue el inicio de una época "oscura" en lo deportivo con dos descensos en tres temporadas y la llegada de la pandemia incluida, lo que ahondó más aún en la situación negativa que vivía el club. Sin embargo, después de la pandemia el equipo volvió a ver la luz con un ascenso a la Primera de Aficionados madrileña donde han comenzado la temporada de menos a más, cayendo derrotados en los tres primeros encuentros pero ganando el cuarto partido por 1-2 ante el CF Fuenlabrada "B". Paco valora el rendimiento deportivo del club en estos quince años: "Yo valoro esta etapa positivamente. Deportivamente todo es un aprendizaje, ganas, pierdes, avanzas, mejoras, fichas jugadores pero hay cosas mucho más importantes." 

Paco muestra con orgullo su carnet de socio con el nº9 y su tatuaje.

Paco recuerda con cierta nostalgia el viaje a Ucrania donde el Atlético Club de Socios compitió con equipos de toda Europa en una 'Champions' de clubes aficionados: "Cuando viajamos a Ucrania, llevé a chavales que jamás habían salido del metro de Madrid, les montamos en un avión, cruzamos media Europa y representamos a nuestro país en Ucrania. Eso es la hostia para ellos y para un club como el nuestro". Aún a día de hoy muchos de aquellos chicos le agradecen a Paco lo vivido: "Muchos chicos me han dicho que han estado en otros clubes pero aquí se han sentido futbolistas, y eso es una palabra muy importante". Paco aprovecha la conversación para hablar del Fénix Trophy y los viajes que está realizando por Europa el CD Cuenca-Mestallistes para poder participar en dicha competición: "¡Qué bueno, qué envidia!" comenta Paco, que guarda un gran recuerdo de aquellos viajes del Socios donde llegaron a competir contra un equipo de aficionados del Inter de Milán. Como recuerdo de aquel partido, en una de las paredes de la sede luce un banderín del conjunto Nerazzurri acompañado de más de medio centenar de bufandas y otros enseres: "No solo hay clubes de fútbol popular, hay otros rivales de Europa, incluso de los equipos de los que son hinchas nuestros chicos que vienen del extranjero" dice Paco mientras señala una bandera del Alianza de Lima peruano. 

La sede del Socios es, al uso, lo que un txoko para las cuadrillas en el país vasco. Es aquel lugar de reunión de todos los socios para tomarse unas cervezas, comer juntos, incluso celebrar los cumpleaños de los chicos de cantera. Para muestra, una de las paredes del local que aún sigue decorada con un cartel que dice "Happy Birthday". Llega el momento de reponer fuerzas, Fernando abre una caja de pizza y corta en trozo el manjar italiano para que todos puedan coger su porción: "¿Quieres un cacho?" pregunta. 

                                    Reunión de los socios en la sede celebrando el XV aniversario del club.

Paco prosigue con su charla. Lleva muchos años en el club, tantos como para sentir aquello que de forma inevitable el ser humano siente, la nostalgia de momentos pasados, e incluso el hastío. Su rostro denota el cansancio de quién lleva muchos años al mando, sacando fuerzas de donde no las hay para apoyar algo que siente suyo pero que no es nada fácil de sostener. Y está claro que, es imposible no sentir un cierto malestar con actitudes hirientes: "Sinceramente, lo que no me merece la pena es sentir que hay gente que no lo valora, y se pensaban que podíamos y debíamos ser más grandes que el Atleti... esas personas no han entendido la filosofía de este club...no podemos competir con un gigante, pero nosotros hacemos las cosas de otra forma, aquí todos los niños juegan sus minutos, todos son bienvenidos, tratamos de ayudarles y hacerles felices..."

Si bien el cansancio parece poder con Paco, las muestras de cariño de los suyos le hacen olvidar todo lo malo y le recargan las pilas como aquellas Duracell cuya energía no se gastaba nunca. En plena conversación, Nacho, el hombre que tomó el relevo en la presidencia, se acerca a Paco, le da una palmadita cariñosa y le entregan entre bromas una placa conmemorativa, no por los quince años del club, sino en honor a su esfuerzo y dedicación durante tanto tiempo. 

Placa homenaje a Paco Corrales.

"A Paco Corrales Hermoso
Por su trabajo, dedicación, 
entrega y lealtad en la construcción 
del Atlético Club de Socios

Siempre serás nuestro Presi
Siempre Atleti
Siempre Club
Siempre socios"

El Atlético Club de Socios es el decano de un fútbol popular español que sigue creciendo a pasos agigantados en los últimos años y cuyo modelo han seguido una veintena de clubes. Los más conocidos, Unionistas de Salamanca o SD Logroñés han llegado a cotas tan altas como la Primera Federación, tercera categoría del fútbol español, consiguiendo resultados insólitos. Para Paco la clave está en la buena aceptación social del proyecto aunque reconoce que cada club tiene sus peculiares y, en los casos de aquellos equipos que han surgido tras una desaparición "lo han tenido un poco más fácil porque consiguen aglutinar más masa social, en nuestro caso es complicado cuando compites contra un gigante de más de 100.000 socios". Paco se muestra orgulloso del crecimiento de equipos como el Ceares, del cual envidia su feudo, el Estadio de La Cruz: "Es acojonante, no quieren cambiar su estadio de toda la vida, es de césped natural y plantan hasta cebollinos al lado del campo" cuenta entre risas el presidente. Destaca el papel deportivo de Unionistas en lo que denomina "un auténtico milagro" y ve muy difícil la posibilidad de ascenso del conjunto salmantino pero no imposible. Destaca la labor de la SD Logroñés y Ciudad de Murcia pero se queda con la 'gesta' del Xerez Deportivo, un caso más similar a su club donde luchan contra un club que se hundía por culpa de una pésima gestión: "Es un buen ejemplo, ellos compiten contra el equipo del que nacieron digamos, y los han superado".

La charla continúa con otra cerveza. Algunos no pierden ojo al televisor donde están retransmitiendo el partido entre el RB Leizpig, un claro ejemplo del fútbol moderno y ultracapitalista, frente al Celtic de Glasgow, un clásico de los de toda la vida. En ese momento entran en la sede los dos socios más antiguos del club, que se unen a la celebración del aniversario. Son Pepe y Mari, más conocidos como "Madox". Posan junto a Paco con su placa, la cual no ha soltado desde el momento en que se la entregó Nacho. La mira una y otra vez como un niño observa un caramelo. Todos quieren hacerse la foto con Paco y su placa, hasta el míster del primer equipo, Juanpe, se une a la imagen.También está por allí Jimmy, músico y encargado de la cartelería y diseños del club: 
- Qué, Joaquín, ¿nos vamos a ver el concierto de Jimmy? pregunta Paco. - ¿Cuándo es? responde Joaquín. - El 12 de noviembre, comenta Jimmy. Esa es la verdadera esencia del Socios, un club donde todos son una familia y se apoyan mutuamente: "Es algo que trasciende mucho más allá del fútbol"

Paco posa con Pepe y Mari y el resto de socios fundadores junto a su placa homenaje.

Esas bonitas palabras deben cerrar este reportaje, no sin antes recordar que Nacho, como presidente del club, nos hizo entrega de dos bufandas, una rojiblanca y otra verde y amarilla (los colores del fútbol popular) como detalle del club en agradecimiento. Yo pienso: ¿Agradecidos de qué? Nosotros somos quienes debemos estar agradecidos por que nos abran las puertas de su club en un día tan especial, nos inviten a unas cervezas, charlen con nosotros y nos acojan como un socio más... y esto, señores y señoras, es la esencia del fútbol popular. 


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